Descripción
Por el aire silvestre y el colorido de sus largas espigas florales, las dedaleras evocan los jardines ingleses estilo cottage (en la foto, en el jardín de Great Dixter, en Inglaterra). La más utilizada es la Digitalis purpurea y sus numerosos cultivares, generalmente de flores rosadas en sus distintas tonalidades y matices, e incluso blancas (f. albiflora). Esta dedalera en concreto es una planta bienal —florece en el segundo año de vida, semilla y muere—, pero algunos de sus híbridos son vivaces de vida corta, como la mayoría de las especies del género, entre ellas Digitalis lutea y Digitalis grandiflora*, de flores amarillo pálido, cuya parte aérea desaparece al llegar el frío, y Digitalis ferruginea* y Digitalis parviflora, cuya roseta basal persiste. Son muy rústicas —soportan fácilmente -15º—, crecen rápidamente y no precisan cuidados.
Follaje
Forman rosetas de hojas simples, de las que surgen esbeltas varas verticales que pueden alcanzar entre 60 centímetros y 1,5 metros de altura, guarnecidas en la parte inferior de hojas lanceoladas recubiertas de pelos irritantes. Es tóxica.
Flores
Sus flores en forma de dedal se disponen en racimos verticales más o menos densos. Lucen motas o pecas en la garganta en las Digitalis purpurea, o venaciones oscuras en otras especies. Son nectaríferas y los abejorros en especial y las abejas tienen verdadera pasión por ellas. Su época de floración es el verano, pero en las híbridas suele alargarse desde la primavera tardía hasta la llegada del invierno.
Cultivo y cuidados
Por sus diferentes hábitats de origen, hay dedaleras adecuadas para todas las condiciones de clima y suelo. La Digitalis purpurea y sus cultivares prefieren la semisombra, los suelos bien drenados, humíferos y frescos, aunque también aceptan los arcillosos a condición que se aireen bien con la azada. La Digitalis ferruginea y Digitalis lanata toleran sustratos más secos y pedregosos. La Digitalis obscura, ibérica, adora el pleno sol y exige un suelo perfectamente drenado. Los híbridos en general se pueden cultivar en sol o semisombra, en un suelo que retenga la humedad y a la vez drene bien. No les gusta la competencia de otras plantas y demandan su espacio. No requieren cuidados, salvo cortar las espigas florales secas. Excepto los híbridos, resemillan abundantemente.
Usos
En borduras y macizos, y algunas también en tiestos.
* Cuentan con el Award of Garden Merit de la Royal Horticultural Society por sus cualidades jardineras.
Foto: Precious Garden