Descripción
Originaria de África del Sur, esta vivaz herbácea trepadora de raíces tuberosas luce como un tul vegetal gracias a sus cladodios (tallos con aspecto de hojas) fasciculados filiformes. Su imagen casi evanescente hace que a menudo se la confunda con un helecho. Es ideal como planta de interior, aunque también puede vivir al aire libre (USDA 9-11) en determinadas condiciones.
Hojas, flores y frutos
Carece de hojas; presenta, en su lugar, esos cladodios finos como hilos, de color verde oscuro y verde tierno. La planta tiene forma de mata, con largos y ligeros tallos espinosos que surgen del órgano subterráneo de reserva en forma de finos brotes con aspecto de espárrago. Crece rápidamente y alcanza entre 40 centímetros y 1,5 metros de altura. En verano emite minúsculas florecillas blancas, dioicas, que dan lugar a pequeñísimas bayas negras no comestibles.
Cultivo
Exige un sustrato humífero, fresco y bien drenado, y un lugar luminoso aunque fuera del sol directo o en semisombra. Vive perfectamente en interiores en un tiesto individual, mejor si es pequeño y de barro. Puede vivir también al aire libre si el clima es suave, y siempre al abrigo del frío. Durante el invierno necesita una temperatura de 10 a 12 grados y menos riego. Precisa abono líquido cada 15 días en primavera.
Cuidados
Esta esparraguera se debe regar de forma regular; el sustrato ha de estar siempre húmedo en verano. Deben suprimirse al ras los tallos que ofrezcan un aspecto seco, pelado o amarronado, lo que se produce a menudo por falta de humedad ambiental o de luz. Le sientan muy bien las pulverizaciones con agua, que además mantienen a raya a la araña roja. Sus otros enemigos son la cochinilla algodonosa y el pulgón.
De interés
Se trata de una planta de crecimiento rápido que se multiplica fácilmente por división de mata.
Foto: Jinjian Liang