Descripción
En Nueva Zelanda, de donde es originario, crece espontáneamente en las áreas costeras. Su belleza está en sus hojas perennes, en forma de largas espadas generalmente variegadas, que pueden alcanzar entre uno y tres metros de altura y hasta 12 centímetros de ancho. Crece rápidamente y se luce como ejemplar aislado o en macizos. Es ideal para la jardinería sostenible.
Hojas
Las hojas son lo más atractivo del Phormium: alistadas en verde y amarillo (cultivar Phormium tenax ‘Alison Blackman’); con una banda central roja (Phormium tenax ‘Jester’); con tonalidades verdes y rojizas (Phormium tenax ‘Surfer Green’) o verdes, agrisadas y rosadas ((Phormium tenax ‘Rainbow Queen’, en la foto); en tono bronce con rayas rojas, anaranjadas y rosadas (Phormium tenax ‘Dazler’), entre muchos otros. La especie Phormium cookianum no supera los 1,5 metros y ofrece también variedades muy atractivas.
Flores
Las flores suelen ser rojas y surgen a los lados de una larguísima vara que sobresale de la mata.
Cultivo
Debe plantarse al final de la primavera en un suelo rico y bien drenado, a pleno sol o en semisombra. Prefiere los climas oceánicos y tolera el viento y el ambiente salino, aunque se adapta a otro tipo de entornos y puede soportar -6º (algunos cultivares incluso -10º). Solo necesita riego ocasional. Se multiplica por división de mata, preferiblemente de las que no hayan dado flor, o por semillas.
Cuidados
Es fácil de mantener y no exige grandes cuidados, excepto cortar las varas secas de las flores. En la base y la nervadura central de las hojas puede aparecer la cochinilla algodonosa, que se combate con insecticidas sistémicos. Los caracoles agujerean las hojas cuando son tiernas y aún están plegadas.
De interés
La Royal Horticultural Society reconoce actualmente 81 cultivares de Phormium.
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Foto: María Losseau