Descripción
La Begonia elatior es solo una especie de la inmensa familia de las begonias de flor, aunque es con diferencia la más extendida (se calcula que lo son hasta el 90% de las que se venden). No es para menos: desde su nacimiento en los cultivos ingleses de los inicios del siglo XX, no ha dejado de modificarse y cruzarse para mejorar sus cualidades ornamentales, por ejemplo con el aumento del tamaño de las flores. Es una planta de pequeño tamaño, de interior o terraza protegida, que permite una exposición individual en maceta o integrando grupos ajardinados, con alternancia de distintas variedades y colores. Aunque es una vivaz, se trata como anual y, en consecuencia, se descarta tras la floración.
Hojas y flores
Existen híbridos con flores sencillas, semidobles y dobles, en una amplia gama cromática que incluye distintos tonos de blanco, amarillo, rosado, magenta y rojo, algunas con gradaciones de color. Las flores se apiñan sobre el follaje, formado por hojas grandes y carnosas de color verde oscuro, creando la impresión de un tupido ramo. Encontrarás ejemplares de Begonia elatior en flor prácticamente durante todo el año.
Cultivo
La ubicación perfecta es frente a una ventana orientada al este. Debe mantenerse en un ambiente sombreado pero con mucha luz, bien protegido del aire y por encima de los 12 grados (la temperatura ideal es de 18). El sustrato adecuado es ácido, compuesto de turba, cortezas y arena. Los esquejes, de puntas o de hojas con pecíolo, se plantan entre mayo y junio, y las semillas, en enero.
Cuidados
Hay que regarla dos veces a la semana, pero con cuidado de no encharcar el sustrato: el exceso de agua puede provocar la pudrición de raíces y tallos. Necesita recibir nutrientes cada siete días. No conviene moverla durante la floración para que no se caigan los capullos. Las plagas más comunes que sufren las begonias son los trips, mosca blanca, pulgones, ácaros y hongos. No obstante, cada vez se producen variedades más resistentes.
Foto: Flower Council of Holland