Descripción
También llamada tulipán de Siam, esta planta nativa de Tailandia y Camboya se ha convertido en una de las más decorativas plantas de interior gracias a sus exóticas flores, que surgen en el extremo de finas y esbeltas varas. Se trata de una vivaz rizomatosa que pertenece a la gran familia de los jenjibres (Zingiberaceae) y al mismo género que las especies de cuyo rizoma se obtiene la cúrcuma que se utiliza como colorante alimentario, condimento y tintura. Solo puede vivir al aire libre en las regiones donde las temperaturas no bajen de -7º (zonas 9-11).
Hojas
Las matas son abiertas y pueden alcanzar entre 40 y 60 centímetros de altura. Las hojas, de color verde azulado y con el nervio central muy marcado, son largas, lanceoladas y acabadas en punta. El follaje se seca en invierno, pero el rizoma genera nuevas hojas en marzo.
Flores
En tu centro de jardinería encontrarás cúrcumas en flor todo el año, pero lo natural es que florezcan en verano. Los escapos florales rematan en gruesas espigas formadas por brácteas: las superiores pueden lucir colores que van del blanco al magenta pasando por todas las tonalidades del rosa, siempre con algún toque verdoso en la punta; las brácteas inferiores son verdes con el borde coloreado. Las verdaderas flores son muy pequeñas y están protegidas por las brácteas inferiores.
Cultivo y cuidados
Necesita mucha luz, pero fuera del sol directo, una temperatura cálida (lo ideal es 18-27º durante el día y unos 18º durante la noche), y un ambiente húmedo. Si se cultiva al aire libre se le debe procurar protección ante al sol más fuerte; soporta el aire marino. La frecuencia y dosis de agua debe corresponderse con el ciclo de la planta: a medida que el follaje se vaya secando deben reducirse hasta cesar del todo cuando haya perdido las hojas; así se evita que se pudra el rizoma. El follaje seco se debe podar. Cuando empiece a emitir hojas nuevas se debe reiniciar poco a poco el riego. En los meses más cálidos, que coinciden con la floración, no debe faltarle agua. Exige un sustrato ligero y poroso, que contenga turba, mantillo y arena; ha de ser neutro o ligeramente ácido. Un cambio de tiesto será necesario cuando la planta se vea demasiado apretada. Se multiplica fácilmente por división del rizoma en primavera.
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