Descripción
De origen australiano, la mimosa es un árbol de porte globoso-piramidal perteneciente a la familia de las Leguminosas. Sus hojas compuestas con aspecto de pluma son persistentes. Es de rápido crecimiento y puede alcanzar una altura de 15-20 metros. Tolera hasta -7 grados (USDA 9).
Hojas
Las hojas son compuestas, bipinnadas (en forma de pluma), con un raquis anguloso y tomentoso. Miden entre 10 y 12 centímetros y están compuestas por pequeños y finos foliolos de color verde oscuro con visos azulados. A diferencia de las acacias africanas esta carece de espinas.
Flores
De color amarillo brillante, las flores son pequeños pompones formados por numerosos estambres finos como pelos. Son muy perfumados y se disponen en racimos que surgen en el extremo de las ramillas. Cubren el árbol entre enero y marzo. Las flores dan paso a vainas largas y planas.
Cultivo
Prefiere los suelos levemente ácidos (no le van los calizos) y sueltos. Debe situarse al sol, aunque también vive bien en semisombra. Es resistente al frío y a los vientos fuertes. Debe plantarse después de la floración.
Cuidados
Si el ambiente es demasiado cálido y húmedo puede atacarla la cochinilla algodonosa, que debe ser eliminada mediante un insecticida sistémico. También la afecta la clorosis cuando está plantada en terrenos con mucha cal; se corrige con quelatos de hierro. Necesita riego abundante, aunque no soporta los encharcamientos. Resiste las podas drásticas (tras la floración).
De interés
Se cultiva principalmente como árbol de flor, ya sea de forma aislada o en grupos. También se puede utilizar para crear setos y pantallas mediante poda de formación.
Foto: María Losseau