Descripción
Esta planta crasa es originaria de las regiones tropicales del sur de Brasil, donde crece de forma natural sobre las ramas de los árboles. Brinda su abundante floración en pleno invierno, por ello se la llama cactus de Navidad. Se presenta en macetas y tiestos colgantes de gran belleza.
Hojas
Los tallos de este cactus están formados por segmentos planos con bordes dentados ocasionalmente rematados con pequeñas agujas, que se articulan unos con otros formando numerosas ramificaciones colgantes.
Flores
Las flores miden entre seis y siete centímetros y suelen ser rosadas, magentas, fucsias, rojas, púrpuras, pero también asalmonadas, anaranjadas y blancas. En numerosos cultivares, como en el de la foto, los colores aparecen combinados con blanco. Las corolas están formadas por varios pétalos etrechos acabados punta, entre los que se asoma el pistilo y un mechón de estambres finos.
Cultivo
Dado su origen tropical y su carácter epífito, estos cactus necesitan humedad ambiental (agradecen las pulverizaciones en verano) y un emplazamiento fuera del sol directo, aunque muy luminoso; no toleran las bajas temperaturas (en invierno no deberían bajar de 10 grados) ni el exceso de agua (el encharcamiento les produce podredumbre). Les va bien un sustrato para orquídeas, o de dos partes de turba o mantillo por una de arena, siempre bien drenado. Este cactus se reproduce fácilmente por esquejes.
Cuidados
El riego debe ser moderado: unas dos veces por semana —dejando que el sustrato se seque entre medias— mientras estén surgiendo los capullos; concluida la floración, debe disminuir. Una vez formados los botones florales, mover la planta podría provocar su pérdida.
Foto: Buttersweet