Descripción
El género Primula está integrado por alrededor de 550 especies vivaces y perennes que destacan por su larga floración, su fácil cuidado y su resistencia al frío. El nombre científico deriva del vocablo latino primus, que significa primero, y que alude a su precoz floración. La Primula acaulis o Primula vulgaris, las populares primaveras son ideales para plantar en el jardín o la terraza. A su gran variedad de explosivos colores suman su aspecto de ramo entre hojas verdes. Las plantas no suelen superar los 40 centímetros de altura.
Hojas y flores
Las prímulas presentan hojas oblongas y dentadas, de textura rugosa y color verde amarillento, más claras por el envés; suelen estar cubiertas por unos pelillos. Las hojas crecen formando una roseta en cuyo centro nace un tallito o pedúnculo sin hojas, al final del cual aparecen las flores agrupadas en umbelas. Las florecillas tienen cinco pétalos que se tiñen en casi todos los colores: amarillo, blanco, rosa, rojo, violeta, naranja... Algunas variedades lucen pétalos bicolores.
Cultivo
Prefieren la semisombra, con algo más de luz en invierno; pero algunas variedades también soportan el pleno sol, sobre todo si crecen en climas frescos, como el atlántico, y siempre que el terreno tenga humedad. Prefieren un sustrato húmedo, pero esto no significa que les guste el encharcamiento, al contrario: un terreno mojado puede provocar el desarrollo de hongos de pudrición (como el moho gris), a los que son muy sensibles. Hay que intentar que el suelo sea suelto y mullido, fresco y rico en materia orgánica, pero que cuente con un perfecto drenaje.
Cuidados
Aunque aguantan bien el frío, las heladas pueden estropearlas, así que si la temperatura baja de los 0º conviene acolchar el terreno con paja o corteza triturada, para proteger sus raíces. Al regar hay que evitar mojar las flores. Durante el periodo de máxima floración viene bien añadir una vez al mes abono líquido al agua. Al ser herbáceas perennes pueden durar varios años; sin embargo no merece la pena guardarlas, ya que sus segundas floraciones son más pobres y su bajo precio no es impedimento para renovarlas cada temporada.
Cómo usarlas
Por su pequeño tamaño son ideales para cultivar en la primera fila de los arriates y borduras de flores. También resultan muy vistosas en los tiestos de la terraza o el patio.
Más información:
• Prímulas primavera, Verde es Vida nº56, página 36 (ver)
• Anticipo de primavera, Verde es Vida nº63, página 34 (ver)
• Colores para parar el frío, Verde es Vida nº65, página 36 (ver)
Foto: Tuchodi