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Esculturales suculentas en una jardinería de anticipación (2ª parte). Entre plantas mediterráneas

Las plantaciones naturalistas de plantas mediterráneas también pueden enriquecerse con las arquitectónicas formas de las suculentas. El paisajista Alfonso Pérez-Ventana integró aloes, ágaves, aeoniums y distintos cactus del género Opuntia en un jardín próximo al mar.

Un rincón del jardín bajo los pinos y una jardinera de obra plantada con aloes y otras suculentas en un proyecto de Alfonso Pérez-Ventana en Ibiza. Fotos: A. Pérez-Ventana

Texto_ Elita Acosta, directora editorial de Verde es Vida

En un paisaje de pinos carrascos y lentiscos nativos en una cala de la costa este de Ibiza, el paisajista Alfonso Pérez-Ventana ha creado un jardín de bajo riego donde las suculentas se abren paso entre plantas mediterráneas. Aloes, ágaves, aeoniums y distintos cactus del género Opuntia conviven con teucriums, mirtos, pitósporos y westringias podados en forma de bola para dar estructura, romero rastrero e hipéricos como tapizantes, gauras, Verbena bonariensis, perovskia (Salvia yangii) y gramíneas como la Stipa tenuissima, los penisetum y muhlenbergias.

En la foto de la izquierda, la rica plantación del jardín, donde los Agave salmiana, Aloe vera y Aloe marlothii, Opuntia pilifera y Opuntia robusta irrumpen entre teucriums, mirtos y westringias, romero e hipéricos tapizantes, gauras, salvias y matas de Stipa tenuissima.

En este jardín próximo al mar, las suculentas integran en una paleta de plantas mediterráneas que responden perfectamente a un régimen de bajo riego.
“Esta plantación es el producto de una negociación con el cliente, que quería un jardín seco y estaba convencido de que eso solo era posible con cactus”, cuenta el paisajista. “Yo llegué a este proyecto con muchos prejuicios sobre las suculentas porque tenía en mente el estereotipo de jardín exótico ibicenco del que quería huir, pero aquí se integran en una paleta de plantas mediterráneas que responden perfectamente a un régimen de bajo riego”.

Además, se comportan de forma óptima a pleno sol en las jardineras de obra. En la foto de la derecha, la silueta rojiza de un Aloe vera en flor en contraste con el follaje del Senecio mandraliscae (en primer plano), el bálsamo azul. El paisajista los combinó con la gaura ‘Sparkle White’, de luminosa floración.


Seis aloes para cultivar en jardines de bajo riego, jardineras y grandes tiestos

Aloe vera o A. barbadensis

Flor: Primavera  Hasta -7°  ↕ 50-70 cm

Además de sus propiedades medicinales, el Aloe vera puede desempeñar un papel destacado en los jardines combinado con vivaces, gramíneas y otras suculentas. Emite largas varas que rematan en racimos de florecillas de color amarillo verdoso, o anaranjadas en algunos cultivares. Este aloe lleva milenios de cultivo en el área mediterránea. Cuenta con el Award of Garden Merit de la Royal Horticultural Society por sus buenas cualidades jardineras.

Aloe ferox

Flor: Primavera y más  Hasta -7°  ↕ 1-3 m

Nativo del sur de África, el llamado aloe del Cabo es de tipo arbóreo y su tronco erguido de un solo tallo suele alcanzar una gran altura. Puede florecer en varios momentos del año, según el clima. Emite una inflorescencia única, ramificada, con densos racimos verticales de 30 cm formados por florecillas de color rojo, anaranjado y amarillo rojizo.

Aloe arborescens

Flor: Febrero-Abril  Hasta -7°  ↕ 1-3 m

Este aloe sudafricano vivaz de base leñosa forma grandes matas compactas que lucen como un cúmulo de rosetas de hojas largas, delgadas y curvadas. Existe también una forma variegada. Desde mediados del invierno hasta la primavera produce racimos cónicos de flores tubulares de una vibrante tonalidad coral.

Aloe cameronii

Flor: Noviembre-Marzo  Hasta -7°  ↕ 45-80 cm

Si bien la coloración de los aloes suele revestir matices rojizos cuando están sometidos al estrés de la falta de agua, en el Aloe cameronii resulta espectacular, tanto que se lo llama aloe rojo. Las rosetas adquieren habitualmente un tono rojo anaranjado aunque también puede ser púrpura como en la foto de abajo, lo que las asemeja a una estrella de mar.

Aloe striata

Flor: Febrero-Abril  Hasta -7°  ↕ 20-50 cm

A diferencia de otros aloes, las hojas anchas y cortas de esta especie carecen de dientes en sus rosados márgenes, y lucen estrías, finas líneas longitudinales oscuras más o menos visibles, sobre el verde predominante. Las rosetas son pequeñas y se desarrollan a ras del suelo. Entre febrero y abril exhibe panículas florales de color coral.

Aloe maculata

Flor: Feb-Abril  Hasta -10°  ↕ 20-30 cm

Lo más llamativo de este pequeño aloe son las motas claras que salpican toda la superficie de sus hojas entre verdes y rojizas. Como el Aloe striata, produce flores reunidas en panículas, aunque en su caso anaranjadas, desde mediados del invierno. Sus rosetas son basales y se puede usar como tapizante. Se naturaliza e hibrida con mucha facilidad.

Ver 1ª parte.

  • Aloe vera o Aloe barbadensis
    Aloe vera o Aloe barbadensis

    El aloe más popular emite largas varas con racimos terminales de florecillas de color amarillo verdoso, o anaranjadas en algunos cultivares.
    Foto: Adobe Stock

  • Aloe ferox
    Aloe ferox

    Este aloe nativo del sur de África puede florecer en varios momentos del año, según la benignidad del clima. En la foto, en el Jardín Botánico de Barcelona en primavera.
    Foto: Hanako

  • Aloe arborescens
    Aloe arborescens

    Forma cúmulos de rosetas de hojas largas, delgadas y curvadas que pueden alcanzar entre uno y tres metros de altura. Sus flores son de una intensa tonalidad coral.
    Foto: Hanako

  • Aloe cameronii
    Aloe cameronii

    Sometidas al estrés de la falta de agua, las rosetas de este aloe pueden adquirir una tonalidad rojiza e incluso púrpura.
    Foto: Adobe Stock

  • Aloe striata
    Aloe striata

    Las hojas cortas y anchas de este aloe lucen estrías longitudinales oscuras y carecen de espinas en los bordes. Florece en forma de panículas de florecillas de color coral.
    Foto: James Gaither

  • Aloe maculata
    Aloe maculata

    Sus rosetas crecen a ras del suelo y exhiben máculas claras en toda la superficie de las hojas. Se naturaliza e hibrida con mucha facilidad.
    Foto: iStock

Reportaje completo nº 99 >> página 9