Una barbacoa, pero ¿cuál?
Fijas o portátiles, a carbón o a gas, de materiales tradicionales o sofisticados, clásicas o de design. Uno de los grandes placeres del verano es el ritual de la barbacoa, pero las opciones son numerosas.
Las barbacoas portátiles, con diseños cada vez más funcionales, están pensadas para transportarlas fácilmente. Muchas no solo permiten asar sobre rejilla, sino tambiĂ©n cocinar a la plancha y al horno. Abajo, un asado a punto. Copyright: WeberBarbacoas de obra: para grandes asados al carbón
Si dispones de un jardín o una terraza amplios y te gusta usarlo como punto de encuentro con la familia y amigos, la opción más apropiada es la barbacoa de obra, construida desde cero o, mucho más práctico, con sus componentes prefabricados y fáciles de instalar. Se fabrican principalmente en paneles de ladrillo refractario, piedra reconstituida, GRC (un tipo de microhormigón mezclado con fibra de vidrio) o arcilla expandida, materiales que soportan las dilataciones y no corren el riesgo de resquebrajarse.
Otros modelos prefabricados se hacen en hierro forjado o acero inoxidable, de una pieza o desmontables, y su instalación es también muy sencilla. A todas las fijas es importante buscarles el emplazamiento correcto, lejos de la vivienda y de la vegetación para evitar la molestia de los humos o el riesgo de incendio. Conviene dejar espacio libre alrededor, al menos 1,5 metros.
Las ventajas de las barbacoas de obra son evidentes: comodidad, amplitud, capacidad suficiente para asar para muchos comensales, facilidad de limpieza… Los combustibles también son los clásicos: carbón vegetal, leña o briquetas.
Barbacoas portátiles: cómodas de llevar y traer
En los últimos tiempo ha aumentado espectacularmente la demanda de barbacoas portátiles, con diseños cada vez más funcionales y sofisticados. Muy ligeras, muchas están pensadas para transportarlas en el maletero del coche (algunas incluyen un carrito con ruedas) e improvisar la barbacoa en cualquier jardín, en exteriores de pequeñas dimensiones como porches o terrazas, e incluso en plena naturaleza siempre que se trate de lugares con el permiso correspondiente.
Muchas permiten cocinar de forma directa, como cualquier barbacoa, o indirecta, como si se tratara de un horno normal. Desmontables, plegables o de una pieza, emplean materiales livianos pero resistentes y fáciles de limpiar, como el acero inoxidable, el acero vitrificado, el aluminio colado o el nylon reforzado con fibra de vidrio. Muchas tienen paneles laterales extensibles de termoplástico para disponer ingredientes y útiles de cocina, o van montadas sobre pequeños armarios.
Entre los modelos más innovadores están los herméticos, que apenas emiten humo y aceleran hasta un 25% el asado o la cocción de los alimentos; también son adecuados para ahumar los alimentos con más intensidad que en los modelos abiertos. Algunas portátiles herméticas incorporan una pequeña puerta de cristal especial anticalórico, que permite vigilar la comida mientras ahorran al asador los sudores por la cercanía del fuego en pleno verano. También incluyen válvulas de ventilación y termostatos para controlar la temperatura de cocción.
Además de cocinar a la brasa con leña, carbón o briquetas, las portátiles también se fabrican a gas (calientan unas piedras volcánicas que hacen las veces de carbón) y eléctricas, con baterías de varias horas de autonomía y adaptador para recargar por enchufe o incluso en el encendedor del coche. Eso sí, las portátiles son bastante más pequeñas que las fijas y solo sirven para reuniones en petit comité; a no ser que se lleven dos o tres, claro.
Las barbacoas portátiles dan mucho juego a la innovación tecnológica y al diseño. Como ejemplo, las de Weber o las de la firma danesa Eva Solo, el no va más en estilo.